Guía de audioPirámide del Museo del Louvre
Pyramide du Louvre
Pirámide de vidrio creada por I. M. Pei, que brinda acceso a un área de exhibición bajo tierra.
En pleno corazón de París, en el majestuoso patio del Palacio del Louvre, se alza una llamativa pirámide de cristal. Este monumento moderno marca la entrada al famoso Museo del Louvre, reconocido en todo el mundo por tesoros como la Mona Lisa. La pirámide fue obra de I. M. Pei, un arquitecto de gran renombre elegido directamente por el presidente de Francia a comienzos de la década de los ochenta. Por aquel entonces, las autoridades buscaban ampliar el museo y dar la bienvenida a una multitud cada vez mayor de visitantes. En lugar de construir más salas en la superficie, Pei tomó una decisión audaz: ubicó los nuevos espacios bajo el patio y colocó una elegante pirámide de vidrio como entrada principal.
Pei optó por la pirámide después de considerar cúpulas, cubos y otras formas. Observó que las líneas clásicas de los antiguos edificios del Louvre armonizaban mejor con el perfil simple y definido de una pirámide. La estructura final alcanza aproximadamente veinte metros de altura, y cada lado supera los treinta metros. Cada panel de cristal fue diseñado especialmente para que fuera totalmente transparente, sin tonos verdes ni azules, de modo que el palacio se pudiera ver claramente a través de ellos. Lograr este vidrio impecable les requirió a los ingenieros franceses casi dos años de investigación.
Cuando la pirámide se inauguró por primera vez hacia finales de la década de los ochenta, causó polémica. Muchos pensaban que una pirámide de metal y cristal desentonaría con la arquitectura renacentista y majestuosa del museo. Algunos la consideraban demasiado moderna o incluso fuera de lugar. Sin embargo, con el paso del tiempo, la pirámide terminó convirtiéndose en un símbolo de la propia París: atrevida, luminosa y abierta al mundo.
Debajo del patio, tres pirámides menores de cristal iluminan el recibidor subterráneo, guiando a los visitantes hacia las distintas alas del museo. Por la noche, una suave iluminación proyecta reflejos fríos sobre la piedra y el vidrio, fusionando el ritmo del París contemporáneo con la larga historia de la ciudad. Mantener limpia la pirámide supone todo un reto: robots especiales y expertos en trabajos en altura se encargan de que cada vidrio brille impecable.
Hoy en día, millones de personas ingresan cada año al Louvre a través de la pirámide. Su diseño permitió agilizar las largas filas, brindando tanto a viajeros como a locales un comienzo más fluido e inspirador para su recorrido artístico. La Pirámide del Louvre es actualmente un punto de encuentro entre siglos de arte, el lugar donde lo antiguo y lo nuevo se abrazan en pleno centro de París.