Guía de audioSt. Anne's Church in the Butte-aux-Cailles
Église Sainte-Anne de la Butte aux Cailles
La Église Sainte-Anne de la Butte-aux-Cailles es una encantadora iglesia católica romana ubicada en el número ciento ochenta y seis de la Rue de Tolbiac, en el decimotercer distrito de París. Este edificio, construido desde finales del siglo diecinueve hasta principios del siglo veinte, presenta una elegante combinación de estilos neorrománico y neobizantino que cautiva a cada visitante.
Originalmente llamada Sainte-Anne de la Maison-Blanche, la iglesia tiene sus raíces en un significativo terreno adquirido en el año mil quinientos cuarenta y tres por el noble Pierre Caille. A lo largo de los siglos, el barrio se desarrolló con una industria de tejido y tintes, y acogió la primera fábrica de Gobelinos de la región. Estas tradiciones permanecen vivas hoy en día en los ricos elementos decorativos del altar y del mobiliario interior.
Dos torres, cada una con una altura de cincuenta y cinco metros y cariñosamente conocidas como las Torres de Chocolate, fueron construidas gracias a la generosa aportación de la familia Lombard. Su construcción es un testimonio del espíritu comunitario de la zona y del perdurable arte del oficio. La iglesia fue ingeniosamente erigida sobre setenta y siete pilotes clavados en el antiguo lecho del río, una notable solución de ingeniería que destaca por su diseño innovador.
En el interior, los visitantes encuentran una espaciosa nave que lleva a un coro ornamentado con un ciborio y capillas dedicadas, incluyendo aquellas en honor al Sagrado Corazón y a Santa Ana. Un gran órgano instalado en mil novecientos veintisiete contribuye al patrimonio musical de la iglesia. En mil novecientos treinta y ocho, se añadieron vibrantes vidrieras de estilo Art Deco y complejos mosaicos de Charles Mauméjean, que representan escenas narrativas y diseños abstractos que animan el ambiente del interior.
Reconocida como monumento histórico desde el año dos mil dieciocho, la Église Sainte-Anne de la Butte-aux-Cailles sigue siendo un destino imprescindible que celebra la historia, el arte y la tradición local.